Ya tengo listo el primer capitulo de el pequeño libro que escribimos.
Ojala les paresca bien y acuerdense es propiedad privada de Maria Isabel Oyaneder (mi verdadero nombre), no copiar esta historia en otro blog.
Por favor.

Corría sin saber por que, dirigiéndose a donde los pies la llevaran, el día estaba oscuro, sin ningún rayo de sol sobre la tierra húmeda y tenebrosa.

Retrocediendo en el tiempo, recordó mientras corría. En la mañana se levanto temprano como cualquier día de escuela, el día estaba hermoso, la madre como nunca les había preparado un desayuno contundente a su hermano y a ella. Su padre fue a dejarlos en automóvil a la escuela, llegaron y no había nadie, solo el gato del conserje, sin embargo las puertas estaban abiertas, vio a su lado y su hermano se había ido corriendo a la casa, no sabe si llego, le preocupa, se quedó plantada allí sin saber que ha pasado, se dio cuenta que el hermano se asustó pues el cielo se oscureció tan rápidamente que lo hizo correr del susto. Luego se oyeron gritos de personas desesperadas, se asustó aún más, claro ella es muy miedosa y asustadiza, escuchó un grito que se dirigía a ella, no lo podía creer, era el gato del conserje.

- ¡Corre, que ya vienen!-

Obedeció, salio corriendo y aquí la tienen, sin saber por que escapó de alguien, esta confundida como nunca, ¡un gato le habló!

Su casa queda muy lejos de la escuela, miró alrededor y no vio ninguna luz proveniente de las casas, ha corrido tanto que no sabe donde está, pero si esta es la misma calle que se dirige a su casa, que extraño, bueno en estos momentos no es muy extraño con todas las cosas que han pasado en el transcurso de la mañana.

Las casas también están extrañas, o no lo sabe, son muy hermosas, parecen mansiones, no, este no es su barrio.

Siguió corriendo a toda velocidad, de pronto una mano le agarró del brazo sudado y la tiró hacia una de estas hermosas casas, asustada trato de librarse, pero el dueño de aquellas manos era un poco más fuerte que ella.

La tiro al piso de cemento del patio de la casa, miro al ser, no lo conocía, pero estaba segura que era un chico de su edad. Estaba despeinado y sudoroso, igual que ella.

Ella se abalanzó hacia el, queriendo masacrarlo por haberla agarrado de aquella manera y haberla tirado tan fuerte, el, calmado la retira con delicadeza, eso hace que se enfurezca aún mas.

Se sienta en el suelo y se limpia la cara, luego la mira muy calmado.

- ¿Quién eres tú? –

¡Que entupido! Él fue quien la tomó por sorpresa y le pregunta ¿quien eres tú?

- Primero dime quien eres tu, ya que tu fuiste quien me agarro y me tiró- hablo lo mas claro posible para que entendiera, incluso usando un tono de voz maduro.

- ¿Estas enojada por que te rescaté?, yo si fuera tu, contestaría bien, y no uses ese tono, que no soy un idiota.-

¿Cómo, él la rescató?, ¿De quién?, y… ¿Quién es este chico?, ¿Es un ángel guardián?, ¿Qué se cree, que le habla así?, Y por lo que ve no es mayor que ella.

El chico viendo que por la cabeza de la chica se libraban todas aquellas interrogantes respecto a él, trato de hablar más claro y con nada de confianza, no como antes, por que, aunque la haya rescatado, no merecía que la tratara así, no se conocían ni en lo más mínimo, solo sabían que existían en el mismo planeta.

- Si yo te rescate, ¿no sabías que te perseguían los sjel? –

- ¿Que son los sjel?-

- En castellano se llaman almas, pero no como tu alma y la mía, si no que estas son malignas o contaminadas, las nuestras no lo están, solo si tu has matado a alguien por supuesto, antes aunque no lo creas, esos demonios eran personas o animales igual que nosotros, se alimentan de sueños y ensueños de las personas y de la felicidad de otros, no me preguntes por que esta pasando esto, ya que no lo se, mis familiares han caído en manos de ellos y ya son sjel, quiero encontrar la solución de esto, y volver a ver a mi familia. –

Luego que dijo esto la quedo mirando a ver si había entendido todo aquello.

- Entonces ¿somos unos de los pocos que no estamos convertidos en sjel?-

- si, y tienes que cuidarte para que no te atrapen nunca, jamás.-

- Está bien, entonces yo voy a ver a mi familia. Si no han sido convertidos es una suerte-

Se levanto decidida a dar el primer paso y escucho unas palabras de este chico, que aun no sabia su nombre.

- Que te vaya bien y quiera dios que tu familia esté a salvo -

Detectó un tono de tristeza en su voz, pero no hizo caso.

- Gracias, ¿y tu donde vas a ir? –

- Mmm. No lo se aun, quiero recoger alguna comida para el camino…-

- Entonces que tengas un buen viaje-

Trato de sonar un poco mas alegre en la última frase que le dijo a aquel chico.

Se fue corriendo a su casa, luego de salir de ese lugar en el que había estado con el chico sin nombre, y encontró todo igual que siempre, con un sol iluminando y su rostro cansado.

La casa esta vacía, y se acordó de que sus padres quisieron hacer un subterráneo para protegerse de cualquier cosa que pasara.

Busco nerviosa el compartimiento y encontró a su familia reunida con rostros pálidos, quizás por el hambre, pero cuando llego su madre se abalanzó hacia ella y la abrazó y luego su padre y hermano. Le preguntaron todo lo que le había pasado, ella les contó lo de los sjel.

La madre le pregunto que iba a pasar con el chico sin nombre.

- Bueno. Me dijo que iba a viajar, pero en realidad no sé lo que hará-

Luego de eso, salieron del subterráneo a buscar comida para cuando se encerraran, mientras llegaban los sjel. Se bañó y vistió con ropa cómoda, por si debían huir.

Durmió una siesta y recuperó el ánimo. Ella es una persona muy alegre y amistosa, eso quiere decir que no es una chica muy valiente ni fuerte, pero le sube el ánimo a todos, su nombre es Millie, tiene 15 años.

Luego de la siesta, se van al subterráneo, su lado es muy chico, no le gusta para nada, necesita estar al aire libre.

Han pasado 3 días desde que pasó todo, ya ha olvidado el color hermoso del cielo en un día de verano, solo ve oscuridad, hoy a querido salir a comprar o a robar algunas cosas para poder sobrevivir, pero su padre no se lo ha permitido, prefiere mil veces ser sjel ella a que su padre lo sea.

Claro, no hay nadie en las calles, aun se pregunta como estará el chico sin nombre, como le habrá ido, caminó un buen rato por las calles desiertas.

En un almacén desierto, sacó algunos alimentos para su familia, atrás del almacén, hay un olor muy extraño, se dirigió hacia el lugar y ve un cuerpo humano tirado y ensangrentado, no lo puede creer, el chico que conoció aquel día estaba allí.

Le sacó las cosas de encima, todavía tiene pulso, pero esta congelado, con todas las fuerzas, lo lleva a su casa, casi corriendo pues había llegado un par de sjel.

Buscó rápidamente el subterráneo.

- Mamá, el chico…lo encontré tirado….está helado….has algo por favor…-

- Tranquilízate, lo abrigaremos y lo tratare de curar.

Toda la noche en vela, no hay comparación el cuidado que le ha dado a aquel chico, era como si fuera su hermano, aunque solo lo conoció en una oportunidad muy extraña. Mientras sus padres y hermano dormían placidamente, estuvo despierta para ver si pasaba algo con el chico sin nombre.

Como a las 6 de la madrugada, despertó.

Al despertar miró extrañado a la chica que parece lo había rescatado, estaba empapado en sudor, al parecer había tenido fiebre. La joven que esta a su lado esta pálida pero feliz, se nota que no a dormido en toda la noche.

- ¿Qué pasó?-

- Bueno, en realidad yo te encontré tirado en un almacén, y gracias a dios que te vi allí, por que no creo que hubieras durado mucho en las condiciones que estabas-

El chico sin nombre bajó la cabeza y susurro:

- Gracias –

Otro día más y el cielo oscuro como el carbón, han pasado 2 días desde que rescato a Leo ( por fin le dijo como se llama), ya no salía el sol por la cordillera, no ha visto un ave volar, no ha visto a un perro jugar, no ha visto a las plantas crecer, solo ha percibido la oscuridad inmensa que los rodea, cree que algo le pasa, ya no ve con claridad a los sjel, cree que la están devorando poco a poco, los demás no se dan cuenta de su cambio ya que todos andan igual.

Lo único que quiere es ayudar, pero no hace nada, esta sin ánimos de cooperar.

En la noche, no lo sabe aun, Leo la llama para conversar sobre algo, van a la casa y cierran todo con llave, ya que los sjel pueden entrar.

- Me gustaría conversar contigo un momento-

- Dime todo lo que quieras-

- Ya estoy listo para irme-

Esto la sorprendió mucho, ya que pensaba que había considerado quedarse con ella y su familia.

- Bueno…si deseas irte-

- en realidad lo que te quería decir era…-

- ¿si?-

- Si quieres ir conmigo- aquellas palabras salieron tan rápidamente de su boca que no entendió nada.

- ¿Cómo? –

- Que si quieres ir conmigo- esta vez entendió con claridad.

¿Qué? No lo puede creer, quiere que ella vaya con el, que le pasa por la cabeza, ella aun tiene a su familia….

- ¿Y, que dices?-

- No lo se, ya que tengo que…-

- En fin. Ya sabía que querrías quedarte con tu familia, y se que tienes mas sentido común que yo. -

- No es eso, me pillaste desprevenida, no se que contestarte-

Al día siguiente, se levantó temprano, para irse. Ella le había contado a su madre la noche anterior, su madre le dijo que lo pensara mejor, que si a ella le convenía viajar con el para encontrar la solución a todos estos problemas.

Aún no se ha levantado y escucha a Leo arreglando lo que llevará.

Se agacha para despedirse de Millie, le toma la mano y le dice: -Quiera dios que te sepas cuidar- y se va.

Sin pensarlo dos veces Millie se levantó y se cambio, arreglo lo más rápido posible lo que llevará, sale corriendo, se da cuenta de que se ha ido de verdad, corre a la calle y la esta esperando en la esquina, la mira sonriente y la toma de la mano, para por fin salir en busca de su destino.

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Ojala les haya gustado, si quieren que suba el proximo capitulo diganmelo.